Alma de los andes
HECHO CON EL CORAZÓN DE LA CORDILLERA
En lo alto de los Andes, entre las cimas nevadas y los glaciares eternos, late el corazón de Chile.
Como las arterias que llevan la vida, su agua fluye desde las cumbres.
Entre rocas y cañones, alimentando valles y campos, donde la tierra fértil se nutre con su vitalidad, dando como resultado un vino lleno de vida, hecho con lo mejor de lo nuestro.
Un vino que acelera tus sentidos y que es capaz de emocionarte haciendo que con su corazón, sea el tuyo el que lata cada vez más fuerte.
En cada botella de Alma de Los Andes, el agua de las montañas juega un papel protagónico.
Proveniente del deshielo de las alturas, este recurso puro y cristalino no solo nutre nuestros viñedos, sino que también infunde cada uva con la esencia de su origen.
El proceso de riego con esta fuente permite que la vida misma descienda de la cordillera, haciendo que cada botella sea un testimonio de la vitalidad y la armonía de nuestro entorno natural.
Cada gota de vino que proviene de estas uvas es un tributo a la pasión y dedicación en su elaboración, una experiencia sensorial que refleja la autenticidad y el respeto por el lugar de donde procede.
En Alma de Los Andes, el agua de las montañas no solo es un ingrediente, es el alma misma que fluye desde las cumbres, transmitiendo la magia y el carácter único de nuestra región a cada copa.